A raíz de las copiosas lluvias caídas en la ciudad de Coronel Vidal, donde se encuentra enclavado el Juzgado, los días 13 y 14 de febrero del corriente año, se ha resentido la endeble estructura edilicia del inmueble y entre otros efectos, se están produciendo desprendimientos del cielorraso que podrían agravarse de no adoptarse las pertinentes medidas de seguridad y con el peligro concreto de lesión para los y las integrantes de su planta funcional y de la población que asiste diariamente a dicha dependencia.
La imagen de una compañera judicial escribiendo mientras caen sobre ella, su teclado, computadora y escritorio pequeñas partículas del cielorraso, es una muestra flagrante de la precariedad edilicia en la cual se trabaja en el Juzgado de Paz de Mar Chiquita, sin embargo, el ejecutivo provincial y la Corte siguen sin dar respuesta al permanente reclamo de una nueva sede.
Esta situación extrema nos coloca frente a un inminente conflicto como ocurrió con el Juzgado de Paz letrado de Balcarce durante los años 2013 y 2015, por las paupérrimas condiciones de labor que allí se vivían. En el presente caso ya hemos agotado las vías legales realizando las pertinentes denuncias ante la Dirección de Justicia de Paz de la Suprema Corte de Justicia, la Delegación Mar del Plata del Ministerio de Trabajo y la Administradora de Riesgo del Trabajo sin respuestas concretas hasta el momento, por lo que indudablemente para los y las trabajadoras judiciales, sin lucha no hay derechos!