es permanente por parte de la AJB. Sin embargo, entre los gobiernos provinciales de turno y la Suprema Corte de Justicia Bonaerense siguen repartiéndose culpas, cuando ambos son corresponsables de garantizar el acceso a la justicia de la población inmersa en su ámbito de competencia territorial.
El mencionado Juzgado estuvo por años sin titular y con escaso personal, y si bien dichas circunstancias se pudieron normalizar queda pendiente la obtención de una sede que garantice las condiciones dignas de labor de las y los trabajadores y el acceso a la justicia de la población en general, necesidad que debe cubrirse con urgencia.
Con las últimas lluvias afloró la precaria situación edilicia y consecuente riesgo para la integridad física de trabajadores judiciales y los y las ciudadanas que buscan respuestas institucionales en la administración de justicia. La sede se deteriora día a día sin que la solución definitiva aparezca. Quizás se deba recurrir al conflicto para que esta necesidad sea prioridad en la agenda de la Corte como ocurrió años atrás con el Juzgado de Paz de Balcarce. Porque sin lucha, no hay derechos!