En el orden nacional este año nos encontramos con discursos oficiales que no solo niegan las desigualdades entre los géneros, sino que buscan eliminar los derechos conquistados, lo que se traduce en una habilitación para la violencia hacia las mujeres y las disidencias sexo - génericas, como sucedió durante el mes pasado con el lesbicidio de 3 mujeres en Barracas.
Por otro lado, en la provincia de Buenos Aires observamos un estruendoso silencio oficial sobre el procesamiento por abuso sexual del intendente de La Matanza Fernando Espinoza como así también la aceptación de renuncias de jueces sometidos a juicios políticos por violencia de género, lo que contradice los compromisos asumidos de sancionar a los funcionarios públicos que valiéndose de su poder avasallan la integridad psicofísica de trabajadoras estatales.
Por ello, hoy mas que nunca creemos imprescindible retomar la lucha contra las desigualdades y las violencias que genera el patriarcado, que si bien se producen en el cuerpo de las mujeres y de las diversidades sexo - genéricas, su resultado afecta a la sociedad en su conjunto.
Para eso es imprescindible seguir formándonos como trabajadores con capacitaciones que tengan un contenido que nos conmueva, para comprender la problemática y tomarla como propia, ser siempre respetuosos de los Derechos Humanos entendiendo que existen otras formas de opresión por las cuales se debe luchar, exigir que la expulsión de los magistrados y magistradas violentos y una adecuada reparación para las víctimas, y tener como horizonte que nuestra lucha es por una sociedad mas justa que permita que todas, todos y todes podamos soñar y hacer realidad el proyecto de vida que deseemos.