Aún con dos funcionarias con licencia médica por efecto de situaciones generadas por el camarista Elio Riccitelli, la Corte se mantiene inconmovible e insensible aún cuando el propio magistrado y ex relator del ministro Daniel Soria reconoció en forma implícita su responsabilidad en los acontecimientos, al formular un pedido de “disculpas a los posibles afectados” de ese órgano jurisdiccional a través de una nota remitida el pasado 23 de noviembre al presidente de la Cámara Contencioso- Administrativa, Diego Usin, para que éste la retransmitiera.
La Corte tiene el deber de garantizar la indemnidad de los y las trabajadoras judiciales en su calidad de empleadora pero sigue indiferente a los acontecimientos, quizá buscando que esa falta de acción disuada los reclamos frente a subjetividades vulneradas.
¡Sin lucha, no hay derechos!