El 5/04/23 la Ing. María Florencia Pérez Grosso y el Ing. Mario Bernardini inspeccionaron el edificio y constataron entre otras deficiencias que las vigas de la planta baja presentan una deformación a flexión sin fisura del elemento estructural; la existencia de humedad y filtraciones que afectan a losas, paredes y columnas y con ello armaduras escamadas, conductos de alimentación eléctricas corroídos, faltante de revoques y mampostería junto a fisuras en columnas y recomiendan realizar reparaciones y refuerzos, pero nada señalaron respecto a la existencia o no, del peligro o riesgo de desmoronamiento del inmueble aunado a la conclusión del titular de la Dirección de Arquitectura de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires Arq. Pablo Garófoli que afirmó la existencia de condiciones de habitabilidad y usos normales del inmueble, cuando no fue él nombrado funcionario quien verificó y evaluó personalmente el estado de situación del edificio.
A ello se suma la falta de calefacción en dicho edificio como en el inmueble contiguo sito en la calle Alte. Brown N°2257 de Mar del Plata que también debe ser solucionado rápidamente por el inminente arribo a jornadas de bajas temperaturas aunado la deficiente temperatura ambiente existente por dicha falencia.
Desde la Departamental se reiteró a la presidencia de la Cámara Civil en ejercicio de la superintendencia el pedido de realización de un informe técnico a cargo de la Facultad de Arquitectura y/o Ingeniería de la Universidad Nacional de Mar del Plata que en forma objetiva e imparcial dictamine sobre la situación edilicia existente; petición que también se formuló al Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires en la ampliación de denuncia efectuada por la AJB y a la ART que asegura a la Suprema Corte de Justicia empleadora.
Se sigue priorizando el funcionamiento de dependencias aun a costa de poner en riesgo la salud de trabajadores y trabajadoras judiciales cuando la Suprema Corte de Justicia debe garantizarles indemnidad por mandato legal. Indudablemente, ¡Sin lucha, no hay Derechos!.